Algunas oficinas tienen dinámicas estereotipadas: el cerdo chauvinista de un jefe que nunca hace ningún trabajo real; los empleados cuyo objetivo es hacerle la pelota al jefe; aquellos cuyas vidas parecen perfectas; y las personas a quienes se les impone todo el trabajo real. Retsuko, el panda rojo, está en el último grupo, ya que se queda hasta tarde la mayoría de las noches para recuperar el trabajo que sus compañeros de trabajo son demasiado vagos para hacer ellos mismos.
Su alivio del estrés de su vida cotidiana se produce cantando death metal en un club de karaoke local. Noche tras noche, Retsuko canaliza su dolor en un micrófono y considera el lugar como su santuario personal. Pero a medida que se aleja de su zona de confort y de las ideas que la gente tiene sobre ella, descubre que dejar que otros entren en su mundo de death metal puede no ser algo tan malo.
por fin, ya es el momento de disfrutar mi sitio web, muchas gracias, bye